lunes, febrero 24

Días abandonados, vacíos.
Sola, demasiadas voces en mi cabeza para escuchar las de afuera.
Tristezas eternas, que parecen no acabarse nunca.
Transparente piel, invisibles las venas, y aun la sangre no se ve bailar.
Late el corazón todavía, no quedará más que abrir los ojos.

No hay comentarios: