sábado, abril 12

vivir sólo cuesta vida.

6 años                  clima de invierno   un hueco justo ahí, como por abajo de las costillas


Lluvia va al mar, mar que pasa años durmiendo, entonces sin aviso ni razón despierta enfurecido. Enorme ataca la ciudad, derrumba destroza y destruye ciego y pasional en un abrazo de agua salada toda la ciudad.
Derribó y mató sin aparente esfuerzo, siquiera lo notó. Desolación, impotencia del pueblo ante un mounstro que no admite preguntas ni cuestionamientos, que repentinamente desapareció casi todo lo que les pertenecía, hasta sus costumbres, su rutina a la que tanto se afianzan, rastros de lo que fué es lo que deja y la propia vida, vacía, sin valor para uno mismo...
Así, cada tanto, el mar de tu muerte destruye mi ciudad de adentro. La de abajo de las costillas, de cada rincón de mi mente y hasta la punta de mis dedos; ese lugar que algunos llaman alma con esperanza de un algo al final, otros creen que es solamente invención de nuestra mente, un montón de impulsos nerviosos y al final no hay nada. Y lo que haya al final, importa? 
Pero me inundo. Volvió a atacar y sorpresa de qué, rebalso por dentro primero y fuera después en forma de lágrima. Entera soy lágrima, que no es dulce ni triste, ni salada ni feliz; es emoción viva, calor y no frío como la muerte. Soy bronca que choca, eléctrica e impaciente, pero también esperanza en un suspiro y soy dolor tembloroso, fuerza de roble y soy miedo aunque no quiera. Soy un mar que va a volver a estar calmo cuando guarde tu recuerdo en un rincón, o me ponga los anteojos de realidad, cuando siga dedicándome a vivir. Sola, sola conmigo y como siempre, como todos porque sí, porque somos solos y nos gusta sentirnos acompañados, perder un poco del peso de la responsabilidad de cargar con uno mismo.
Pero hoy tengo que estar sola sin aparentar un ratito, cerrar los ojos, liberar todo lo que me avergüenza sentir, pero siento. Recordar, soñar, volar al fondo de mí, dejar de escuchar, de ver lo de afuera y mirarme por dentro. Probablemente llorar, capaz hasta sonreír. 

No hay comentarios: