sábado, febrero 7

Revisar entradas viejas y sentir de repente la misma tristeza.
Leer que a vos también te dolía, amiga de la infancia, compañera de aventuras, hoy tan lejana...
Me alivia, sentirme un poco menos tonta, por no ser la única que sufrió; me desespera, por no haber podido, ni vos ni yo, salir de nuestra propia sombra para encontrarnos.

No hay comentarios: